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lunes, 15 de mayo de 2017

Komodo y buceo. Día 22.

Vuelo de 1h y llegamos a Labuan Bajo (isla de Flores). He de decir que la pista de aterrizaje es tan pequeña que el piloto tuvo que pegar un buen frenazo al final porque nos salíamos jaja
Llegamos al hostal... Si es que eso se puede llamar hostal... Nos conformamos con poca cosa, pero por lo que pagamos llegar a un zulo con humedades, que no funcione el ventilador, sin enchufes y que tenga que verte todo el mundo de la calle cuando vas al baño (que mejor ni os cuento....) es deplorable, pero bueno, no nos iba a fastidiar el viaje...

Nos levantamos temprano y embarcamos en el barco rumbo a Komodo!
Esta vez no había apenas olas y no se mareó nadie. Nos llevaron a la zona norte de Komodo para hacer 3 inmersiones...  Menuda pasada!!!!! Siempre hemos dicho que el mejor sitio donde hemos buceado ha sido el mar rojo, pero Komodo lo supera! Muchísima vida, cientos de bancos de peces, miles de corales, tortugas marinas, tiburones de arrecife.... Sin palabras.

Al día siguiente nos llevaron a la zona central para bucear 2 veces más, otra vez indescriptible la sensación de estar rodeados de tanta vida... Eso sí, si vais a bucear que sepáis que en todas las inmersiones hay muchísima corriente de fondo... Había momentos que nos teníamos que agarrar a las rocas porque nos agotábamos de nadar a contracorriente!! Después de comer en el barco (qué rica la comida, por cierto), nos llevan en lancha a la isla de Rinca. Hicimos la ruta corta (1h) y sin darnos cuenta vimos unos 8 dragones de Komodo en el camino, tan tranquilos tomando el sol y sin atacar a las gallinas que había sueltas jaja. Hasta había una pareja de dragones apareándose (que por lo que decía el guía no era época, así que estábamos de suerte!!).

Conocimos en el barco con una pareja majísima (él mexicano y ella canadiense) que se estaba sacando el curso avanzado de buceo. Con ellos se nos hizo muy ameno el viaje, no paramos de hablar y contar experiencias y más tarde lo continuamos cenando una sepia y un pescadito a la brasa... de los mejores que he comido nunca!

El tercer día, de vuelta a Labuan Bajo, visitamos la playa más cercana, un buen paseo con el Lorenzo pegando fuerte para que la arena esté llena de basura... Ni un turista, no me imagino porqué... Al menos el Parque Natural de Komodo sí que lo respetan.

Para terminar nada como volver al aeropuerto en un bemo muy personalizado con reggaeton de música de fondo!
Siguiente parada, Kuta (Bali).

Eagle ray
Tiburón de punta blanca
Tortuga marina descansando en un coral
Andrés disfrutando del buceo
Descansando en el barco de vuelta
Atardecer desde Labuan Bajo con vistas a Komodo

Dragón de Komodo en la isla de Rinca

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